"Nos encontramos en un momento clave", dijo Ciccariello, refiriéndose a la importancia de esta edición. "Los objetivos que nos planteamos eran altos, y esto se refleja en la calidad del contenido, que está estructurado en cuatro ciclos: regional, europeo, internacional, y una cápsula ambiental y social". Según el gerente, cada uno de estos ciclos cuenta con películas de un nivel destacado, lo que le otorga un valor especial al festival este año.
Andrés subrayó que, además de la calidad de las proyecciones, uno de los focos principales del festival es su aporte a la cultura cinematográfica, especialmente con la participación de estudiantes y universidades del sector audiovisual. "Hemos hecho alianzas grandes con ACAU y otras instituciones para que los estudiantes del mundo cinematográfico puedan acceder a las películas. Para nosotros, amplificar el acceso a este contenido era clave", señaló.
Con entradas a un precio accesible de 300 pesos, que incluso cuentan con promociones como 2x1, el festival busca atraer no solo a los cinéfilos tradicionales, sino también a un público más amplio, en particular a los jóvenes. Para Ciccariello, el cine sigue siendo una experiencia única que, a pesar del avance de nuevas tecnologías como el streaming, conserva su relevancia social. “El cine es una excusa para juntarse, para tener esa experiencia de conexión que sigue siendo importante para los jóvenes”, añadió.
En esa línea, el MONFIC incorpora dinámicas como el "dress code" en proyecciones de películas icónicas y promociones especiales. Según Ciccariello, esto ha generado una respuesta entusiasta entre los más jóvenes, quienes ven en el festival una oportunidad de compartir una experiencia distinta. “Hay una necesidad de poder comunicarse de una forma distinta, y el cine sigue siendo un punto de encuentro importante”, explicó.
Entre las películas más esperadas se destacan las ganadoras de prestigiosos premios internacionales. Desde Cannes llega Anora de Sean Baker, que se llevó la Palma de Oro, así como Emilia Pérez de Jacques Audiard, que consagró a Zoe Saldana y Selena Gómez como las mejores actrices. Por otro lado, Venecia premió la muy celebrada La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, que protagonizan Julianne Moore y Tilda Swinton en un duelo actoral de alto calibre.
La programación también incluye dos coproducciones argentino-uruguayas aclamadas en Cannes: Simón de la montaña de Federico Luis, ganadora del premio en la Semana de la Crítica, y Los domingos mueren más personas de Iair Said, ambas con tramas que exploran profundas alternativas existenciales. A esto se suman otras destacadas producciones como El bello verano de Laura Luchetti, elogiada en Locarno, y La matriarca del neozelandés Matthew Saville, protagonizada por Charlotte Rampling.
Con la expectativa de superar las mil personas durante los días del evento, la edición 2024 del MONFIC quiere dejar la vara alta.