El evento fue una declaración de principios: celebrar a una nueva generación de mujeres radiantes, magnéticas, libres, esas que no tienen miedo de decir lo que quieren, pero lo hacen con una sensibilidad que emociona. ¿La inspiración? La diosa Venus, Botticelli incluido. ¿El resultado? Una noche que mezcló elegancia, performance, diseño, poesía, y una banda sonora tan exquisita como inesperada.
Todo comenzó con una alfombra negra con bordes dorados (porque el rojo ya fue) que conducía a los invitados hacia una gran caracola dorada, perfecta para la selfie o el story. ¿Quiénes estaban ahí? Desde Agustina Cherri hasta Malena Ratner, Carolina Domenech, Debora Nishimoto y Mora Fiszbajn. Todos testigos de un desfile íntimo y sofisticado que presentó piezas seleccionadas de las colecciones SS25 y FW24 de Reed para Nina Ricci.
Sí, hablamos de el mini vestido halterneck con peplum, el abrigo halter con mangas cocoon o ese soñado vestido largo de encaje con lentejuelas, hombros al descubierto y moños bien marcados. Cada pieza bajó por ese salón como si saliera directamente de un sueño art déco.
La música en vivo fue otra joya: Yvonne, cantante y modelo argentina, puso su voz suave y su estilo íntimo al servicio de un repertorio francés con toques latinos. Ella no solo cantó, sino que amplificó la emoción de cada look, convirtiendo el desfile en una experiencia sensorial completa.
Y como si eso fuera poco, había un artista retratando a los invitados en vivo, incorporando símbolos del universo de Vénus en cada dibujo. Porque acá nadie se fue con las manos vacías ni con el ego en bajo.
Vénus no es solo una fragancia. Es un homenaje al mito, al deseo, a esa belleza que no busca gustar sino expresar. Su fórmula se inspira en ese ADN artístico que Robert Ricci, hijo de Nina, sembró en la marca desde sus inicios. El resultado es una esencia que huele a historia, a ícono, a un presente magnético.
El evento fue un blend perfecto entre moda, perfume, música y arte, con un mensaje claro: la belleza está en ser auténticas, sensibles, poderosas y soñadoras. Y si además lo hacés con un peinado espectacular y un perfume divino… mucho mejor.