Es difícil encontrar un hueco en la agenda de una actriz que trabaja mirando el mercado internacional –más aún si está en pleno rodaje–, pero en InfoStyle lo logramos y nos encontramos con Bárbara Lombardo, en medio de las jornadas de grabación de la tercera temporada de Envidiosa. Quisimos saber todo, pero hay confidencialidad absoluta. Solo sabemos que el rodaje viene viento en popa.
Apenas comenzamos a hablar Bárbara se declara fiel admiradora de Uruguay. Destaca el entorno natural, nuestras playas, bosques y áreas protegidas. Para mi alegría, también me habla con cariño de nuestra gente. Nombra a profesionales uruguayos con respecto: dice que siempre que viene a Montevideo pasa por la peluquería de Nacho Sarube, es fan de Pastiche y que adora trabajar con Tavo García y Bruno Nogueira. Antes de adentrarnos en la charla, promete volver a Uruguay pronto. Ahora sí, apalabrada en una próxima visita, nos disponemos a conocer su historia, saber de sus comienzos, su vida en distintos países, su visión y los proyectos que trae este año.
¿Qué recuerdos tenés de tu infancia?
Cuando yo era chiquita falleció mi papá. Yo tenía tres años y medio y tengo pocos recuerdos antes de eso. Fue, sin dudas, un antes y un después en mi vida. La muerte de mi papá me atravesó durante mucho tiempo. Creo que mis primeros recuerdos se relacionan con su muerte. Mis primeros años de vida estuvieron muy marcados por ese suceso generó mucho dolor, mucha confusión en mí y en mi entorno. Mi papá es una fuente de inspiración en mi vida. Fue muy triste, lo extraño, pero nunca me faltó un plato de comida y pude tener una vida linda. Agradezco haber crecido en una casa grande, era como un club. Tuve una adolescencia divertida. Yo soy la menor de cuatro hermanas. Vivíamos con mi mamá y también aportaba mi tía-abuela, que era docente y vice-rectora de un instituto muy prestigioso de Argentina. De mi tía-abuela Alicia heredé un respeto muy grande por el arte, la cultura, la historia y las culturas antiguas. Ella era docente de geografía y era una ávida lectora. Nos llevaba a mí y a mis hermanas a todo tipo de espectáculos culturales. Yo aprendí mucho escuchándola. Ella fue quien me introdujo al arte. Nos invitaba al cine y a todo tipo de exposiciones de arte. Vi todo el cine de los 80 y los 90 con ella.
¿Siempre supiste que querías ser actriz?
Lo sentí a mis 19 años, ya estudiando teatro. Apenas salí del secundario me dieron ganas de estudiar teatro y me recomendaron varias escuelas. Tuve una entrevista en la escuela de Julio Chávez, en la que él definía si te daba un espacio en su escuela o no, y me lo dio. Fue muy lindo ese primer encuentro con él. Ahí empecé a estudiar. Salía de trabajar y me iba a su escuela de ocho a doce de la noche. Me atravesó esa experiencia. Me fui dando cuenta que iba por ahí. El primer año observé mucho. El segundo año actué en todos los ejercicios y escenas que pude. Él me autorizó a hacer otros cursos con gente con más experiencia. Me respaldó y como yo tenía vocación, lo pude aprovechar. Es magnífico el rol de los docentes, los respeto y valoro mucho. Fui criada por docentes y los docentes en mi vida me han ayudado muchísimo.
¿Cómo fueron las primeras experiencias actorales?
Mis primeras experiencias en un estudio de televisión fueron en el programa de Xuxa. Si dejamos eso a un lado, mi primer gran trabajo como actriz profesional fue en Cautiva, la película en la que fui protagonista. Fue increíble. Antes había hecho participaciones chiquitas en televisión: en Enamorarte y en Diarios de Motocicleta, en la que bailaba tango.
Cautiva se grabó muy lentamente, estábamos sumidos en una crisis económica muy grande. Yo tenía 20 años. Se estrenó primero en Estados Unidos. Después Gustavo Marra, productor muy querido que falleció hace poco, me llamó para Resistiré. Fue otro quiebre y entrada al mundo audiovisual.
¿Cuándo y cómo se dan las experiencias de trabajo en el exterior?
Mi primer viaje se da por Cautiva. La película se estrenó en Estados Unidos, en el marco del New Directors/New Films Festival, un ciclo importante del MoMA. A partir de eso los distribuidos me invitaron a Nueva York y a Los Ángeles. Fue apasionante viajar y me dieron ganas de más. Fue más fuerte que yo, sentí ganas de probarlo. Decidí irme a vivir a México, le puse y aún le pongo mucho esfuerzo a mi faceta laboral allá. No es un mercado sencillo, pero estoy muy contenta con todo lo que he logrado. Trabajar en español neutro es un gran desafío actoral, tanto por los modismos, la jerga, el tono. Al principio me ponía muy nerviosa, pero uno se va a adaptando…
Viví también en Estados Unidos. Estuve 10 años en pareja y nos quedamos viviendo en Los Ángeles. Tengo una comunidad re linda allá a la cual extraño mucho. Es un mercado muy distinto al nuestro, super desafiante, he aprendido un montón. No sé si soy nómade, pero sí tuve la suerte de vivir y trabajar en otros países. Estar en otros lugares me cambia la cabeza, me hace apreciar lo que tengo, tomar perspectiva…
¿Fue el proyecto Envidiosa el que te trajo de vuelta a Buenos Aires?
Envidiosa hace que me quede en Buenos Aires, pero también amo estar acá. Hay algo del día a día latino que amo... más familiar, más amiguero. No dudé en decir que sí a este proyecto. Cuando vi el elenco, la dirección, la producción de Netflix y Kapow, era todo un equipo de primera línea.
¿A qué creés que se debe el éxito de Envidiosa?
Creo que varios factores se juntaron. Primero, el buen nivel de todos los equipos: el guión, las actuaciones, la dirección, la producción. Se armó algo buenísimo. Por otro lado, es un gran dramedy –comedia y drama–. Es una mega comedia que te hace reír, pero también te hace plantearte preguntas de lo más existenciales: ¿seré mamá? ¿me caso? ¿estoy enamorada? ¿soy buena amiga? Son preguntas que nos interpelan a todos y en todas las culturas.
Siguiendo con el tema de vínculos y cómo los vivimos actualmente, hace poco en una entrevista comentaste sobre la elección de estar en pareja y no convivir y se habló mucho a partir de eso...
Hice un comentario que generó caos. Lo que quise decir es que para mí es importante no apresurar la convivencia. Las relaciones se construyen con los años, con el tiempo. Con Nico, mi pareja, estamos muy bien, pero cada uno tiene su espacio. La convivencia no es algo que diga que no, pero por ahora estamos bien así. Ambos trabajamos mucho y desde casa. Compartimos un montón, pero cada uno tiene su casa. Tenemos que dejar a cada uno hacer su camino y tomar sus decisiones. Hace poco me enojé mucho en una nota que me preguntaron por la maternidad en un medio muy importante, y lo que dije no lo levantaron.
¿Qué fue lo que te enojó?
Es muy desubicado que pregunten a cualquier mujer, y a cualquier edad, si va a ser mamá o no. A los hombres no se les pregunta eso, a ninguna edad. Mi novio tiene mi misma edad y jamás en la vida le preguntaron por qué no se casó o tuvo hijos. ¿Por qué a mí sí? ¿Por qué a nosotras nos exponen a eso? Yo tengo más de 40, no saben si tengo problemas de fertilidad, si tuve temas de salud, si estoy en un tratamiento, si no estoy pudiendo… nadie sabe mi historial médico y me lo preguntan en lugares públicos donde no saben si me están haciendo pasar un momento horrible. Yo tengo mis temas en relación a la maternidad. Tengo endometriosis qué es una enfermedad que padecemos un montón de mujeres. Viví un montón de experiencias difíciles en torno a eso. Es algo muy íntimo que se pregunta muy livianamente. No corresponde. Es una pregunta antigua y desubicada. La maternidad no es obligatoria. Yo le preguntaría a la cantidad de padres que no se hacen cargo, ¿por qué no se hacen cargo de sus hijos? Me parece una pregunta mucho más urgente.
Estas haciendo tu propio camino como productora, contame más de esa faceta profesional…
Sí, es un rol que me encanta. Por ahora es una productora chiquita, somos dos cabezas –mi socio Sebastián Celoria y yo– y tenemos un equipo pequeño, pero estamos sumando más personas al equipo. Es mucho trabajo y estoy aprendiendo a delegar. Hay cosas que me gustaría hacerlas con más tiempo y mejor, pero aprendí que a veces hay que aprender a avanzar sin tanto detalle. Lo importante es avanzar y tener experiencia. Este es un proyecto que quería hacer hace un montón, pero al vivir afuera no había podido.
En este momento estamos con Imagen Velada en el Astros, que es un teatro emblemático en calle Corrientes. Y también estamos lanzando Astrocharlas, que son el 3 de mayo de 11:00 a 15:00. Invité a cuatro astrologas valiosísimas que tienen un fandom en redes súper importante: Julieta Suárez Valente, Lu Gaitán, Mercedes Casini y Diorella Pugliese. Estoy poniendo expertas en el escenario de una manera cuidada. Es una conferencia, va a haber preguntas y respuestas con el público. La idea es que sea un primer encuentro de varios. Mi idea es llevar las astrocharlas a otros lugares. Me encantaría llevarlas a Montevideo.
Ping pong con Bárbara Lombardo:
- Una película: "Bird" de Andrea Arnold
- Un sueño por cumplir: Conocer Islandia
- Un hábito: El café de la mañana
- Tu lugar en el mundo: Bosques o playa
- Un artista: Ahora estoy encantada con Cristin Milioti
Créditos
- Producción general: Belén Curbelo
- Fotografía: Bruno Nogueira
- Make up & Hair Style: Vero Luna
- Film: Albertina Diaz
- Locación: Palladio Hotel MGallery Buenos Aires
- Estilismo: Natalia Antolin & Mango
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