La piedra natural se incorpora desde hace décadas, pero hoy vuelve a ocupar un lugar central en la arquitectura y paisajismo, y Rufo Hermanos se ha convertido en uno de los referentes del país en su aplicación. Con más de 60 años de trayectoria, la empresa familiar trabaja principalmente con piedras de origen nacional, aunque también tiene en su portafolio algunas importadas cuidadosamente seleccionadas.
Actualmente, están trabajando en nuevas soluciones para exteriores que permiten caminar descalzo sin que la piedra se caliente al sol en verano. “Estamos evaluando traer piedras especialmente diseñadas para colocarse en exteriores y que no acumulen calor, de manera que se pueda caminar descalzo sin problema”, explicó Giovanni Rufo, segunda generación al frente de la firma, junto a su esposa Graciela Arce y su hijo Mario, quien se incorporó recientemente.

Rufos Hermanos surge en 1963 a partir de un grupo de inmigrantes encabezado por Candiani Rufo y sus hermanos. Desde entonces, la constancia y el trabajo sostenido fueron fundamentales para mantenerse en un rubro exigente. “El trabajo en cantera es duro y constante. Creo que estar siempre presentes durante tantos años marcó una diferencia”, destacó Rufo.
Hoy, la demanda por materiales naturales se incrementa en parte por un “boom" del paisajismo y por una mayor atención al hogar. “La piedra conecta con lo natural y con los orígenes. Eso se nota mucho en los clientes, que quedan sorprendidos por la variedad, los colores y las texturas”, señaló.

La firma se distingue por su atención personalizada. Cada cliente llega con ideas o referencias, muchas veces inspiradas en proyectos del exterior, y el equipo las adapta con piedra uruguaya, principalmente de Lavalleja y Maldonado. Asimismo, cuentan con una red de colocadores e instaladores avalados por la empresa, que asegura un servicio integral de principio a fin.
En cuanto a tendencias, no hay una piedra “estrella”, sino que la transformación del material y su colocación generan estilos distintos. Hoy, entre los más demandados se destacan el granito gris Garzón para fachadas, los pisos tamboreados, lajas irregulares y, en paisajismo, grava suelta y monolitos decorativos.

Con más de 30 variedades en su catálogo, la empresa integra producción propia con algunas líneas importadas, aunque la mayor parte sigue siendo de origen nacional. “Los clientes se cansaron de lo artificial y buscan tocar, ver y sentir el material. La piedra tiene ese valor”, afirmó el director.
Finalmente, destacó el impacto que genera en los espacios. “No hace falta cubrir todo de piedra para transformar una casa. Con un detalle, una pared o un piso, el cambio es total. El valor agregado es enorme, no solo económico, sino también estético”, concluyó.
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