En el corazón de esta colección se encuentra una narrativa que desafía las convenciones, según explicó De Sarno: "Me gusta tomar algo que creemos conocer y cambiar sus reglas, llevándolo a sus límites, pero sin distorsionarlo nunca. Moverlo hacia su opuesto y descubrir armonía". Esta filosofía se tradujo en prendas que fusionan lo clásico con lo contemporáneo, creando un diálogo emocional entre las décadas.
La quieres o no la quieres, la Margarita es “La Flor de la Colección”
Las margaritas, bordadas en vaqueros holgados y estampadas en diversas prendas, fueron el elemento destacado de la colección. Representaron tanto fortaleza como delicadeza, adornando desde chaquetas hasta el vestido que cerró con broche de oro este desfile inolvidable.
Colores vibrantes en materiales ligeros
Los tonos ácidos del verde, los acentos fluorescentes del amarillo y el rosa chicle cobraron vida en materiales transparentes como la gasa, agregando una sensación de delicadeza y sensualidad a cada diseño.
Accesorios iconoclastas: del Blondie al Jackie
El bolso con logotipo de archivo Gucci Blondie, un homenaje a los orígenes de la casa en los años setenta, emergió como el accesorio emblemático. Desde su versión maxi hasta la miniatura, acompañó a modelos que desfilaron con el icónico Jackie en su formato extragrande.
Dinamismo rbano en cada paso
Una de las revelaciones más impactantes fue la ausencia de tacones, reemplazados por bailarinas y mocasines que capturan la esencia del movimiento urbano. Los detalles de horsebit y los calcetines tobilleros con la emblemática franja roja y verde de Gucci aportaron un toque de autenticidad a cada paso.
Reinvención del Denim y el Tartán Británico
La colección se inició con un enfoque relajado y desenfadado, fusionando denim suelto con camisas y chaquetas de ante. Pero conforme avanzaba, la pasarela se transformó en un despliegue deslumbrante de tartán británico reinterpretado en clave joya, adornado con finísimos flecos de pedrería.
Gucci Crucero 2025 es más que una colección de moda; es una oda a la innovación, un viaje a través del tiempo y el espacio, llevando lo conocido hacia nuevos horizontes. Con este desfile en Londres, Gucci reafirma su compromiso con la creatividad sin límites y el espíritu vanguardista que continúa desafiando las convenciones de la moda.