Reseña en primera persona por Antonella Echenique para InfoStyle
Fui a Mauma a probar el ritual japonés que se hizo viral en TikTok y salí flotando. Literal. Lo había visto mil veces en redes, personas acostadas en una camilla con vapor, masajes capilares y música suave de fondo. Siempre me generó curiosidad, pero pensaba que tal vez era una experiencia más visual que real. Hasta que lo viví. Y entendí todo.
Mauma Beauty House abrió hace poquito en Manuel Otero y Córcega, en Carrasco, y ya tiene la agenda llena. Y sinceramente, lo entiendo. Desde que entrás, todo se siente distinto. No hay ruido, ni apuro, ni ese movimiento constante que suele haber en los salones de belleza. Hay silencio, aroma suave, té verde de vainilla, galletitas caseras, una bata esperándote y esa sensación rara (pero hermosa) de que el tiempo se detiene un poco. Es un espacio pensado para bajar un cambio y dejarse cuidar.
Ahora sí, te cuento cómo se vive…
La experiencia arranca con una exfoliación capilar suave y sigue con un masaje lento y profundo en el cuero cabelludo, que después baja a los hombros. El vapor caliente rodea la cabeza mientras la música te va envolviendo de a poco. En un momento también te hacen un facial —y ahí sí que me sorprendí— porque no es solo un mimo, es una limpieza profunda. Después te colocan un masajeador de pies. No es una exageración decir que me olvidé de todo. Dejé de pensar, de hablar, de hacer. Solo estaba ahí.
Sin dudas, lo que más me impactó en toda la experiencia fue la atención al detalle. Desde cómo te reciben hasta cómo te despiden, todo está pensado para que no tengas que hacer nada más que disfrutar el momento. En realidad, no es solo mi punto de vista, sino también lo que Mauma quiere transmitir. Ellos dicen que no son una peluquería, y la verdad es que tienen razón. Cuando vivís la experiencia, lo entendés: no se trata solo de estética (aunque el pelo te queda increíble, brillante y liviano), sino de un momento más profundo, emocional, que te ayuda a bajar las revoluciones.
Los precios van entre $2.200 y $3.600, según el tipo de ritual. Puede parecer elevado, pero después de vivirlo entendés que no estás pagando solo por un servicio, sino por una experiencia completa. Una pausa. Un mimo profundo. De esos que no se olvidan fácil.
Lo que viví en Mauma está respaldado por toda la maquinaria profesional necesaria para llevar a cabo el ritual japonés del Head Spa. Me ayudó a bajar el ruido interno y a conectarme con una calma profunda. No estoy exagerando cuando digo que salí “flotando". A veces lo que más necesitamos es un momento en el que alguien nos cuide de verdad y para mí Mauma fue eso, un mimo profundo, un pequeño reseteo.
Además, tienen varios planes muy lindos para quienes ya se enamoraron de la experiencia. Van a sumar depilación definitiva y masajes terapéuticos, y para fin de año van a lanzar la versión doble del ritual, ideal para hacerlo en pareja, con una amiga o con quien quieras compartir ese momento de calma. También están pensando en abrir en Punta del Este este verano y más adelante en Colonia. Por ahora prefieren no franquiciar para no perder la esencia, y la verdad, ojalá lo mantengan así, porque este tipo de lugares no sobran.
Contar la experiencia es una cosa, pero te invito de verdad a que la vivas. Después, si querés, dejame en los comentarios si sentiste que te conectaste con tu yo interno y saliste “flotando” como tantos describen la sensación después de pasar por ahí.
Gracias por leerme.