En ese aspecto, Sofía Antoniol, fundadora de la marca, explicó que desde el inicio quería que estuviera disponible en distintos lugares. “Hoy solo tengo cuatro tiendas, así que el retail nos permite llegar a más personas, incluso en el interior del país”, expresó en diálogo con InfoStyle.
“Desde el inicio quisimos que estuviera disponible en varios lugares. Hoy solo tengo cuatro tiendas, así que el retail nos permite llegar a más personas, incluso en el interior del país”, explicó Sofía Antoniol, fundadora de Dulce Sofía, en diálogo con InfoStyle.
El alfajor surgió de un proyecto que lleva dos años de desarrollo, ya que Antoniol buscaba una receta que tuviera mayor durabilidad que los productos caseros que ofrecen en la tienda, pero sin utilizar conservantes. “Ese fue uno de los desafíos más grandes”, subrayó.
“Me llevó un año encontrar la receta ideal. Queríamos que durara más tiempo y que tuviera mucho dulce de leche. Fue un proceso de prueba y error, con muchos ensayos hasta dar con lo que buscábamos”, sostuvo.
Al principio surgieron algunas ideas, pero quedaron descartadas hasta dar con una opción definitiva que pudiera mantenerse sin conservantes. Finalmente, “se logró una versión de cookie más liviana que la que vendemos en tienda, con chips de chocolate, relleno de dulce de leche y cubierta de chocolate”, explicó.
Aunque ahora se produce en mayor cantidad que en las tiendas, sigue conservando su carácter artesanal. “Cuando lo comés, se siente casero. Ese era el objetivo desde el principio”, aseguró Antoniol.
Sin embargo, señaló que el proceso “fue largo y por momentos agotador”, porque en algunas etapas parecía que no avanzaba. No obstante, la confianza en el producto permitió seguir adelante. “El alfajor nunca pasa de moda. Somos uruguayos, los consumimos todo el tiempo y no te aburrís. No es como otras tendencias gastronómicas que pueden pasar, es parte de nuestra cultura”, afirmó.
Desde el primer día, la distribución fue amplia. Comercios minoristas, almacenes, estaciones de servicio y tiendas de conveniencia se sumaron al lanzamiento. La respuesta superó las expectativas y hoy el stock es un desafío. “Se está vendiendo muy rápido. Por eso avanzamos de a poco, ingresando gradualmente a cadenas de supermercados. Estamos aprendiendo a manejar esta nueva etapa”, explicó.
En ese sentido, la marca busca que su alfajor sea una experiencia, no solo un producto. “No queremos que sea solo ‘me comí algo dulce’”. Buscamos generar alegría, sacarte un momento de las preocupaciones, algo que te lleve a la infancia. Cada bocado tiene que sentirse bien y despertar un pequeño placer”, dijo.
Aunque ya piensan en nuevos productos para retail, por ahora la marca se concentra en este lanzamiento. “Vamos paso a paso, viendo cómo repercute antes de avanzar con nuevos proyectos”, comenta Antoniol.
Mientras tanto, las tiendas de Dulce Sofía seguirán ofreciendo cookies, tortas y toda la pastelería artesanal que caracteriza a la marca. Este año abrieron un nuevo local en el Centro, pero por ahora no tienen más aperturas previstas, ya que el foco está en acompañar el crecimiento del alfajor en el retail.
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