El evento fue encabezado por la incomparable Pamela Anderson, embajadora global de Pandora, quien capturó todas las miradas con su imponente presencia y un look que destilaba sofisticación. Anderson, envuelta en un aura de elegancia, lució piezas de las colecciones Pandora Lab-Grown Diamonds, Moments y ESSENCE, elevando aún más la atmósfera de lujo del evento. Su aparición no solo subrayó la relevancia de Pandora en el ámbito de la moda, sino que también consolidó a la marca como un referente de estilo y sostenibilidad.
La pasarela culminó de manera espectacular con la supermodelo Toni Garrn, quien llevó la sofisticación a otro nivel. Garrn desfiló con un vestido hecho a mano por la talentosa artista Grete Henriette, una pieza única que dejó a todos sin aliento. El vestido, confeccionado con nada menos que 2.000 brazaletes Pandora Timeless Tennis, no solo fue un testimonio del meticuloso trabajo artesanal, sino también un ejemplo del ingenio creativo que Pandora aporta al mundo de la moda.