1. El vestido boho, protagonista de la temporada
El desfile fue un claro tributo al vestido boho, que Chloé reinterpreta de forma delicada y romántica. Los vestidos largos en color crudo, con encajes finos y un estilo relajado, serán la pieza clave del próximo verano. El toque especial: la combinación con bailarinas nude y una melena perfectamente despeinada, una apuesta que fusiona lo etéreo con lo desenfadado.
2. Pololos y camisones: del cajón a la pasarela
Chloé trajo de vuelta piezas inesperadas, como los pololos y camisones, dándoles un giro moderno y convirtiéndolos en prendas cool para la próxima temporada. Estos elementos, que parecían reservados para la intimidad, se convirtieron en los protagonistas de la pasarela, demostrando que la moda es una constante reinterpretación de lo cotidiano.
3. Vaqueros blancos: los nuevos indispensables