Desde el momento en que Stephanie entró en la sala, se respiraba una atmósfera de alegría y complicidad. Con una energía desbordante y una risa que iluminaba el salón, Stephanie nos recordó la importancia de ser uno mismo y disfrutar de cada momento. Entre anécdotas divertidas y reflexiones profundas, nos llevó de la mano por su recorrido personal y profesional, demostrando que detrás de cada logro hay una historia de esfuerzo, pasión y, sobre todo, autenticidad.
Acompáñanos en esta nota llena de risas, emociones y descubrimientos, donde conoceremos a la Stephanie que hay detrás de la pantalla.
Me gustaría preguntarte si ya conocías montevideo o es tu primera visita, ¿cómo te recibe Uruguay?
Uruguay me recibe súper bien, me encanta la energía y simpleza que transmiten. Había venido a un evento hace unos años a Montevideo, previo a la pandemia, y cuando trabajaba de modelo he venido varios veranos seguidos a hacer desfiles y temporada de Punta del Este. La realidad es que venir a Uruguay es como estar en casa.
Como influencer sabemos mucho de vos y tu vida diaria. Has contado que tu familia está lejos de los medios, la moda y la exposición. Nos gustaría saber más de tu infancia: ¿cómo se compone tu familia? ¿a qué se dedican?
Mii familia se podría decir que es la típica y tradicional de “mamá, papá, hermano”. Mi madre es contadora, mi padre es ingeniero al igual que mi hermano, y yo salí “modelo”, jaja.
¿Cuándo comenzó tu interés por el mundo del modelaje?
Desde muy chiquita supe que quería ser modelo, era mi sueño. Hace poco encontramos un trabajo práctico para el colegio y yo escribía “Soy modelo, multimillonaria, con tres casas en New York, París”. Desde los 10 años, le pedía a mi padre en sus viajes por trabajo que me trajera de regalo revistas de moda. Estudiaba las poses de las modelos frente al espejo y me las aprendía de memoria. Hasta que un día mi madre se dio cuenta de que realmente era lo que quería y empezó a llamar a las editoriales de las revistas que comprábamos para preguntar cómo hacen las chicas para estar en las revistas. Ahí le explican que estaban en agencias de modelos, que había muchas y que me tenía que anotar en una agencia. En ese momento era muy difícil entrar en una agencia, porque eran grandes agencias, como Ricardo Piñeiro y Dotto. En ese momento yo quería hacerme un cambio drástico en el pelo y mi madre me dijo “te voy a llevar con el mejor peluquero”, en ese entonces era Roberto Giordano. Yo fui a cortarme el pelo con el propósito de que Roberto Giordano me viera y me llamara para su desfile, me parecía una estrategia brillante. Roberto me vio y me dijo “vos tenés que ser modelo, volvé a los 14 porque ahora sos muy chiquita”. A los 14 años me senté y le dije “yo quiero ser modelo, ya estoy lista”. Me propuso que fuera con una agencia, y ahí me presenté con Piñeiro que tenía una agencia de modelaje. Yo quería hacer el curso de modelo que ofrecía la agencia, el cual lo hice a la perfección porque realmente yo quería ser la mejor.
En varias oportunidades has hablado de lo difícil que fue para ti encajar en el mundo tradicional de las modelos, ¿cuál dirías que fue el aprendizaje más importante de esa etapa?
El aprendizaje más importante es luchar por tus sueños, no importa cuán chiquitos o grandes sean. Si tienes un sueño, hay que trabajar para él y de alguna manera vas a llegar, con constancia, trabajo y estudio. Como te contaba, cuando llegué a la agencia de Piñeiro no me recibieron de la mejor manera. En ese momento era muy normal opinar sobre el cuerpo del otro. Me decían que no tenía la altura suficiente, el peso, incluso los huesos de la cadera. Y yo tomé la decisión de anotarme en la agencia para hacer el curso y darlo todo, pero de verdad, para que el estudio y las herramientas que yo adquiriera valieran mucho más y pesaran sobre mi trabajo ante todas las cosas. Encontrar el valor real en tu profesión es la clave.
Desde hace más de una década te desenvuelves como una de las influencers más exitosas de argentina, ¿cómo te adaptas a los cambios tecnológicos? Los cambios en las redes sociales, los rendimientos, las nuevas herramientas…
Tengo un gran equipo y mi socia, Agus Casal. Hace poco subí un video a mis redes sobre el trabajo que hay detrás de las redes sociales: la planificación, el estudio, la dedicación de horas. Nada es “porque sí” o “suerte”. Con Agus, desde que comenzamos a trabajar juntas, armamos un plan de trabajo en el cual sabíamos a dónde queríamos llegar y para ello estudiamos muchos casos de éxito como el de Chiara Ferragni para entender y aplicar herramientas que nos llevaran al lugar donde estamos hoy. Los cambios en las redes sociales son muy dinámicos, hay que estar atento, escuchar mucho a la audiencia de cada uno y crear estrategias para cumplir con tus objetivos. Nosotras trabajamos muchísimo en todo lo que refiere a la planificación y muchas veces co-creamos la estrategia de cada campaña o colaboración en base a objetivos en común con el cliente. Con TikTok, por ejemplo, no encontrábamos el camino y hace muy poquito logramos el camino por el cual estamos construyendo un espacio que cobra sentido con mi audiencia y la autenticidad que respetamos ante todo lo que hacemos. La verdad es difícil adaptarse porque los cambios hoy son muy rápidos, cuando te adaptas a una red social inmediatamente aparece otra o llega la inteligencia artificial y lo cambia todo. La clave es aggiornarse todo el tiempo, yo le dedico muchas horas a entender realmente por qué un TikTok se hace viral o lo que está sucediendo en el momento.
Como influencer supiste capitalizar tu trabajo para transformarte en empresaria y hoy lidera varios negocios asociados a tu marca personal, ¿cómo fue ese proceso?
Con Agus nos planteamos una estrategia clave que nos permitiera trabajar y vivir de esto. Siento que las redes sociales en los últimos años se han profesionalizado y nosotras juntas desde el día uno lo tomamos de ese modo. Primero, la clave era crear una comunidad como la que tenemos hoy, fiel y que se identifique con mi marca personal, luego capitalizar con publicidad que tenga sentido conmigo y mi audiencia. Una vez que lo logramos, fuimos probando distintos productos para ver cuáles se vendían y por qué. Así fuimos probando distintos productos, desde vestidos de fiesta hasta carteras. Obviamente no había mucha coherencia si lo veías de afuera, pero era una prueba antes de invertir en un producto nosotras. Luego de muchas pruebas y la pregunta clave de mi audiencia sobre el labial que usaba, nace nuestra marca Serendipity.
Hablemos de Serendipity, tu marca de maquillaje, skincare y productos para bebés que llevan junto a tu socia Agus. Si no me equivoco el primer lanzamiento fue en 2020, en plena pandemia. ¿cómo surge la idea?
La idea surge en base a la pregunta de mi comunidad sobre el labial que usaba. De pronto Agus se da cuenta que muchas personas preguntaban por mi labial y me dice, “¿por qué no responder qué labial es?”. La realidad es que el labial me lo había comprado afuera y costaba un dólar. En ese momento yo tenía una alianza con Dior y no podía mostrar que estaba usando un labial de un dólar sin marca. Ahí, con Agus preparamos una presentación y nos reunimos con el equipo de Dior para plantearles (totalmente convencidas de que era la mejor idea del mundo) desarrollar ese labial y la respuesta fue NO. Siempre digo que fue el “mejor no” de nuestras vidas, gracias a eso lo desarrollamos nosotras mismas y creamos Serendipity. Ahí nos propusimos hacer nosotras el desarrollo, comenzamos a hablar con laboratorios y empezamos las negociaciones en 2019 ya habiendo hecho todas las pruebas anteriores con vestidos de fiesta, carteras, etc. Vimos que los cosméticos no tienen estacionalidad ni los problemas de talles. En ese momento estaban los grandes players y no habían tantos productos de industria nacional. Teníamos la certeza de que queríamos un negocio que facturara todo el año. Ese fue el camino que tomamos: una marca de industria nacional, de forma online. Justo cuando lanzamos fue pandemia y agotamos stock en menos de 24 horas.
¿Cuáles fueron los pasos para lograr el acuerdo con Disney?
En una mesa de trabajo empezamos a ver qué otras cosas podíamos hacer con Serendipity y todos comenzamos a hablar de quién era yo y obviamente surge “Disney”. Ahí dijimos, “¿qué tan difícil puede ser tener una línea con ellos?”. Buscamos contactos y llegamos a la persona que se ocupaba de las licencias. Cabe destacar que en ese momento nuestra marca tenía un año. Hubo muchas instancias previas, preguntas, etc. Hasta que llega el momento que nos dicen que firmamos el contrato y lo más gracioso de todo es que llega el momento de este encuentro para firmar y cuando me pasan la dirección, era exactamente en mi edificio, el piso el mismo, era mi vecino exacto. Fue una Serendipia total. Empezamos a desarrollar los productos, nos pedían ciertos estándares. Disney te hace un scouting de absolutamente todo, los proveedores los seleccionan y aprueban ellos. Fue un éxito rotundo, tal es así que nos invitaron a sus oficinas para darnos un premio.
Hablemos de tu equipo de trabajo. Además de Agus, tu socia que te acompaña en esta visita a Uruguay, sabemos que hay un equipo grande de personas que trabajan en todos los proyectos que llevan tu firma. ¿cómo se compone el equipo y cuál es el rol de cada uno?
El equipo “chico”, como le llamo yo, somos 7 personas, y en Serendipity hoy ya son más de 25 personas trabajando. En paralelo, tenemos muchos otros grupos de trabajo de cápsulas, alianzas, etc.
Sabemos que para poder estar acá, esta es la primera noche que pasás lejos de Ari, tu hija de dos años. ¿cómo ha sido el impacto de la maternidad en tu vida laboral?
La maternidad realmente me trajo mucha calma y tranquilidad a mi vida. La realidad es que Ari ya cumplió dos años, si bien es muy chiquita todavía, sentí que era el momento adecuado con preparación previa, lo fuimos charlando para que pruebe estar una noche sin mí. Está con Guido, y sé que están felices de pasar juntos. Siento que es muy importante que yo pueda seguir de a poco realizando mi trabajo y desarrollándome profesionalmente, lo cual también es una enseñanza súper positiva para ella en cuanto a las responsabilidades, trabajo e independencia.
¿Cómo vienen los preparativos de la boda? ¿qué es lo que más te ilusiona y lo que más ansias de ese momento?
La realidad es que al haber delegado con la wedding planner, no estoy en el detalle lo que también me permite estar súper tranquila con el tema y disfrutar. Quizá antes de formar mi familia soñaba y anhelaba el vestido blanco, casarme, etc. Las prioridades luego de ser mamá y formar mi familia con Guido cambiaron y si bien estamos felices con la fiesta y todo, es más un “disfrute” que los típicos nervios de una boda. Lo que te puedo contar es que va a ser en el Faena la boda, voy a dejar que ingresen con celulares, que es algo que no se está permitido en otras bodas, la lista no está al 100% cerrada aún.
En un mercado tan cambiante como el de las redes sociales, ¿cómo imaginás tu trabajo en el futuro?
Si te soy sincera, no lo tengo claro. Lo único que tengo claro es que va a ser trabajando. Yo no estoy sentada esperando que lleguen las oportunidades, yo trato de que las oportunidades me encuentren donde me tienen que encontrar y siempre es trabajando. Así que si me decís dónde te proyectas en unos años, la verdad no lo sé pero seguro voy a estar trabajando. Con mi socia siempre estamos en nuevos proyectos, de hecho ahora estamos en el proceso de creación de un libro, el cual les damos la primicia y de seguro va a contar con contenido de esta charla con InfoStyle.
- Un libro: Los cuatro acuerdos
- Referente: Chiara ferragni
- Hobbie: Mirar series
- Un sueño por cumplir: Que Serendipity llegue a locales de Disney
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