La mayoría de las personas que me escriben me dicen que les da miedo invertir. Y los entiendo perfectamente, porque yo también tuve ese miedo. Y no es para menos: invertir suena como algo reservado para gente con corbata, con una súper oficina en Wall Street y que entiende esos gráficos locos que parecen electrocardiogramas de alto riesgo. Pero en realidad, invertir es para todos nosotros. ¡Sí, para vos también, que sentís un mini infarto cada vez que tenés que abrir el resumen de la tarjeta y te agarrás la cabeza pensando “¿en qué gasté todo esto?"
Otra razón por la que no invertimos es porque lo vemos como algo muy lejano y difícil. ¿Sabías que en realidad ya invertimos desde que somos muy chicos? Invertimos cuando estudiamos para conseguir un buen trabajo, en un emprendimiento o incluso en nuestras relaciones amorosas. Y aún así, nadie nos garantiza que, esforzándonos y haciendo todo bien, vamos a tener éxito. Invertir en el mercado financiero es bastante parecido, pero con más información y opciones.
¿Por qué deberías arrancar ya?
Porque invertir es la única forma de hacer que esa plata que tanto nos cuesta ganar (o no gastar en descuentos) no se quede quieta en la cuenta bancaria. ¿Sabés lo que es el costo de oportunidad? Es como tener un terreno y decidir si plantás un árbol frutal o lo dejás vacío. Si no plantás nada, te perdés los frutos que podrías haber cosechado año tras año. En otras palabras, no hacer nada también tiene un costo, porque estás dejando de aprovechar la oportunidad de que ese terreno te dé frutos en el futuro. Con la inversión pasa lo mismo:
Cada vez que decidís no invertir, estás dejando de ganar. Por ejemplo, si tenés $ 10.000 debajo del colchón o en el banco sin intereses, esos $ 10.000 dentro de un año van a valer menos por la inflación. O peor, podrías haber ganado más invirtiéndolos, y ahí te quedás con cara de “mejor no hago las cuentas, porque me deprimo”.
Tampoco da lo mismo si invertís hoy o lo hacés dentro de un año (la gran “lo dejo para el lunes”, “para el 2025” o “cuando ya tenga mi vida resuelta”).
El valor tiempo del dinero se refiere a la idea de que el dinero vale más hoy que en el futuro. Tener dinero hoy te permite invertirlo y hacerlo crecer.
Dos cosas prácticas para empezar hoy mismo:
1. Fijate una meta concreta: ¿Querés cambiar el auto en 3 años? ¿Ahorrar para ese viaje que tanto querés o tener un fondo de emergencias que te dé tranquilidad? Anotá tu meta, definí cuánto necesitás y dividilo en aportes mensuales. Imaginá que querés ahorrar $ 100.000 en 5 años: entonces, podrías empezar con $ 1.667 al mes. Tener un número claro te va a ayudar a visualizarlo y mantenerte motivada para no bajar los brazos.
Si invertís los $ 1.667 al 5% anual, en lugar de tener que aportar esa cantidad todos los meses para llegar a los $ 100.000, ¡solo necesitarías invertir $ 1.470 por mes! Es decir, te quedás con $ 197 extra cada mes que podés usar para ahorrar menos o gastarlo en algo que te guste (como una cena especial o comprarte algo para el viaje). Invertir te permite alcanzar tus metas con menos esfuerzo y disfrutar más en el camino.
2. Calculá cuánto podés invertir este mes: Abrí la app de tu banco, mirá tus ahorros y preguntate: ¿cuánto podés destinar a invertir ? Si ya tenes ahorros destina un porcentaje fijo y si aún no los tenes pero te sobra dinero todos los meses la automatización es una gran opción
Diccionario de palabras que la gente usa como si todos las entendieran (pero nunca está de más volver a explicarlas)
Inversión en el mercado financiero
Invertir en el mercado financiero es básicamente poner tu plata a trabajar. En lugar de dejarla guardada sin hacer nada, la destinás a comprar cosas como acciones, bonos o fondos de inversión para que crezca con el tiempo. Así, mientras vos seguís con tu vida, tu plata se mueve y te genera más plata.
Inflación
La inflación es ese enemigo silencioso que hace que con la misma plata compres menos cosas que antes. ¿Por qué? Porque los precios suben cada año, y si tu plata se queda quieta, su valor baja. La inflación es la razón por la que cada vez te parece más caro todo y lo que antes te alcanzaba para dos cafés, ahora te alcanza para uno.
Tasa de interés
La tasa de interés es lo que te pagan por invertir tu plata o lo que te cobran si pedís prestado. Es como una recompensa si tenés dinero guardado o un costo adicional si pedís dinero prestado. Cuanto más alta es la tasa, más ganás si invertís, pero también más pagás si debés.
Contas conmigo,invertir es un camino de ida y me encantaría acompañarte en el proceso @holasoycarouy