Desde temprano, los pasillos del shopping se llenaron de gente con algo claro: querían ser parte del universo Bubba. ¿El incentivo? Nada menos que 35 Bubba Tickets con vales de $3000, $1500 y $500 para usar en tienda. Pero el plan iba mucho más allá del shopping spree: el evento fue pensado para vivir una experiencia.
Una de las estrellas del día fue el espacio de Hola Marte, donde la artista Josefina Baluga personalizó botellas y accesorios con su sello inconfundible. A eso se sumó una máquina de juegos en la que los asistentes pudieron "pescar" premios y descuentos, mientras disfrutaban de cookies, bebidas y un clima distendido pero lleno de energía.
¿Por qué tanto entusiasmo por Bubba? Porque no se trata solo de botellas o carteras, sino de un concepto que combina estilo y funcionalidad de una forma fresca, original y muy personal. Cada pieza está pensada para acompañar el día a día con diseño, pero también con identidad. Bubba no vende objetos: propone formas de expresión.
Esta es la cuarta apertura de Bubba en Uruguay, y todo indica que no será la última. Con orígenes en Chile, la marca nació con una inspiración poderosa: revolucionar lo esencial, transformar lo cotidiano, y llenar de color hasta el detalle más simple. Lo lograron. Y el pasado jueves, lo celebraron a lo grande.