La historia comenzó en Buenos Aires, cuando Alan Faena decidió darle vida a Puerto Madero a principios de los 2000. Lo que entonces era un barrio industrial en decadencia, se convirtió en un distrito cultural con un hotel diseñado por Philippe Starck, residencias, arte y gastronomía que marcaron un antes y un después en la forma de habitar la ciudad.
Miami fue el siguiente paso. Allí nació el Faena District Miami Beach, un ecosistema urbano donde el histórico Saxony Hotel renació como ícono de sofisticación y se sumaron el Faena Forum, residencias diseñadas por Foster + Partners y una programación cultural que puso a la ciudad en el mapa global del lifestyle de lujo.
La tercera gran conquista será Tulum, un destino con una energía única que Faena interpretará a su manera: integrando naturaleza, arquitectura y espiritualidad. El proyecto incluirá un hotel boutique de ultra lujo, residencias privadas y espacios culturales donde el arte, la música, el bienestar y la gastronomía serán protagonistas. Todo pensado para crear experiencias transformadoras, desde rituales inspirados en tradiciones mayas hasta cenas bajo las estrellas y performances que sorprenden al alma tanto como al ojo.
Mientras se prepara la apertura de Tulum, Faena ya tiene en marcha nuevos hitos: un desarrollo residencial en Brickell, Miami, que busca ofrecer el “estilo Faena” en clave permanente con residencias de lujo y un distrito cultural en pleno corazón de la ciudad. Y la conquista continúa: en 2026 abrirá Faena New York, un hotel en el High Line con spa Tierra Santa, club privado y gastronomía de Francis Mallmann. El futuro también mira hacia nuevos horizontes como Dubái, el Mar Rojo y hasta las codiciadas playas del Mediterráneo.
Faena no construye solo hoteles ni residencias. Construye mundos. Lugares donde se celebra el arte de vivir, donde la arquitectura dialoga con la naturaleza y donde cada detalle está pensado para provocar asombro y emoción. Con la llegada de Faena Tulum, el Caribe se prepara para recibir no solo un nuevo resort de lujo, sino una forma diferente de habitar la belleza, el tiempo y la experiencia.
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