Siempre termino diciendo lo mismo: «soy CARÍSIMA» y me doy cuenta de que tengo que trabajar muchísimo todo el año para cubrir todo lo que gasto. No quiero asustarte, porque sé que mirar esos números no es fácil, pero saber exactamente cuánto necesitás te ayuda a pensar en cómo ajustar, priorizar y organizarte mejor.
Paso a paso: cómo miro mis números.
1. Descubrí cuánto ganaste el año pasado.
Mirá cuánto ingresó en total: sueldo, trabajos extras, alquileres o cualquier ingreso fijo o variable y multiplicalo por 12. Listo, tenés tu ingreso anual.
2. Sumá tus gastos.
Esto es lo que más miedo puede dar, pero es clave para entender tus números.
- Alquiler o préstamos: ¿cuánto pagás por tu casa?
- Gastos de la casa: servicios (luz, agua, gas, internet), comida, transporte.
- Educación y actividades extras: colegio, club, cerámica, etc.
- Vacaciones: ¿cuánto gastaste este año en tus viajes?
Sumá todo esto para tener claro tus gastos anuales. Si no tenés registros exactos, estimá lo mejor que puedas.
3. Analizalo con calma (aunque dé miedo).
Una vez que tenés el número final, puede ser un shock. Pero ese número te permite tomar decisiones.
- Si gastás más de lo que ganás, sabés que hay que ajustar.
- Si todo cierra, podés pensar en cómo redistribuir o ahorrar un poco más.
4. Armá tu plan.
Para planificar, usá esta fórmula simple:
- 50 % para lo esencial: alquiler, comida, transporte, colegio.
- 30 % para lo que disfrutás: salidas, hobbies, viajes.
- 20 % al futuro: ahorrar, invertir o pagar deudas.
5. Ajustá y redistribuí.
Ahora podés mover plata entre categorías según tus prioridades.
Si ves que las salidas te desbordaron, recortá un poco ahí y ponelo en ahorro.
Si te das cuenta de que el colegio de tus hijos ocupa mucho de tu presupuesto, preguntate si es una área en la que estás dispuesto a recortar, y si no, analizá qué otros gastos podés recortar.
6. Si no tenés datos, arrancá ahora.
No importa si nunca llevaste registro antes, hoy es el momento ideal para empezar.
Anotá todo lo que gastás este mes. Aunque sea un mes distinto por las vacaciones o la vuelta al colegio, sirve para arrancar el hábito.
- Dividí los gastos por categorías: casa, educación, actividades, salidas, etc.
- Saber cuánto necesitás realmente para cubrir tu año te permite:
- Elegir en qué gastar más o menos.
- Ajustar según tus prioridades.
- Planificar y dejar de improvisar todo el tiempo.
¿Te animás a arrancar el hábito? Recordá: la clave está en mirar tus números todos los meses, entenderlos y usarlos para tomar decisiones. ¡Vos podés con esto!
Si te quedó alguna duda, escribime, no tengas vergüenza. ¡Estoy para ayudarte!
Tu opinión enriquece este artículo: