Victoria Viroga y Betiana Oteiza combinaron su interés por la cosmética natural para crear una marca de productos que aprovechan los beneficios del orujo de uva para el cuidado de la piel: Levid
La historia de surgimiento se remonta a los intereses individuales de sus fundadoras.
Victoria proviene de una familia dedicada a la viticultura –dueña de la bodega Bracco Bosca–, por lo que desde pequeña está inmersa en el mundo de la enología. Pero no fue solamente esto lo que la impulsó a crear la línea de productos, sino que cuando comenzó a estudiar biotecnología descubrió su interés por la sustentabilidad y a partir de ahí empezó la búsqueda que la llevó a vincularse con la cosmética natural.