Ubicado en la costa suroeste de Mahé, la isla más grande del archipiélago de las Seychelles, este hotel no es un simple resort de lujo: es una experiencia sensorial cuidadosamente pensada para reconectar con el entorno y con uno mismo. Entre el verde de la selva tropical y el azul translúcido del océano Índico, 52 villas con piscina privada diseñadas por el reconocido arquitecto Jean-Michel Gathy nos invitan a bajar la velocidad y disfrutar, de verdad.
Las villas, inspiradas en la arquitectura criolla, logran ese equilibrio perfecto entre sofisticación y calma. Techos abovedados, puertas corredizas de vidrio que abren la casa al paisaje, y una terraza que parece suspendida entre los árboles y el mar. ¿El detalle que nos robó el corazón? La cama elevada con vista directa al océano, desde donde uno puede contemplar la naturaleza sin siquiera levantarse.
El hotel respira arte, desde las cerámicas y textiles que decoran los interiores hasta las obras que dialogan con la vegetación que las rodea. Nada sobra. Nada falta. Todo tiene un propósito: que el lujo no sea ostentoso, sino orgánico, íntimo y personal.
El spa de Guerlain, oculto entre la vegetación de la ladera, es otro de esos secretos bien guardados que nos recuerdan que el bienestar no es un lujo, sino una necesidad. Y si hablamos de indulgencias, los cinco restaurantes del hotel son una invitación a viajar a través de los sentidos: alta cocina francesa, sabores japoneses, clásicos italianos y delicias criollas conviven con naturalidad en una propuesta gastronómica que sorprende sin forzar nada.
Pero si hay algo que realmente distingue a Cheval Blanc Seychelles, más allá del diseño o la cocina, es su trato humano. El equipo —presente, amable y nunca invasivo— está ahí para anticiparse, sugerir, acompañar. Y cuando uno quiere desaparecer del mundo, también están ahí para entenderlo.
Cheval Blanc no solo promete exclusividad, servicio excepcional y privacidad. Cumple. Y lo hace con ese savoir-faire inconfundible del universo LVMH, donde cada detalle cuenta una historia.
Desde 2.039 € por noche, sí. Pero si el lujo es el arte de crear recuerdos inolvidables, este lugar los ofrece con generosidad.
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