St. Regis Kanai: el lujo que bajó de las estrellas a la Riviera Maya

Hay hoteles que son bonitos. Y después está el St. Regis Kanai Resort, Riviera Maya, que directamente parece haber bajado del cielo (y no es un decir: su arquitectura está inspirada en la constelación de Las Pléyades).

Ubicado entre Cancún y Playa del Carmen —o sea, en el lugar exacto donde uno quiere estar—, este nuevo templo del lujo redefine lo que entendemos por “escapada soñada”. Desde que pisé su lobby al aire libre, con una instalación de agua que da la bienvenida, sabés que entraste a un universo paralelo: uno donde el mar es turquesa, la playa es blanca como el azúcar y hasta los manglares parecen diseñados por un decorador de interiores.

Y si hablamos de vivir la experiencia… En InfoStyle nos alojamos en una habitación que fue todo lo que imaginás (y un poco más): amplia, de diseño, con cada detalle pensado para que el lujo no opaque el descanso, sino que lo potencie. La joya: una piscina privada con vista directa al mar, ese tipo de detalle que transforma el “desenchufe” en un arte.

La piscina sinfín sobre la arena del Caribe es de esas postales que uno guarda en el corazón: agua perfecta, música justa y la sensación de estar flotando entre el cielo y el mar. Pero si algo nos voló la cabeza fue la cabaña VIP en la piscina. Lo admitimos: la subestimamos… hasta que entramos. Un refugio privado de madera, con aire acondicionado, tele (¡ideal para ver la final de Wimbledon mientras caía el sol!), servicio directo del bar y salida privada a la piscina. Pensábamos que la experiencia no podía ser mejor, y ahí nos demostraron que siempre se puede subir un nivel más.

¿Qué lo hace único? Todo. La arquitectura futurista que flota sobre un manglar, las terrazas privadas con vistas infinitas, las múltiples piscinas, y hasta un calendario maya reinterpretado en cada rincón de su decoración.

Para los que viajan en “modo relax”, el spa es otra dimensión: tratamientos con ingredientes del jardín del propio hotel, rituales mayas y terapias que trabajan con la energía de las estrellas (sí, así como suena). Y el gimnasio… un sueño: tecnología de última generación y un espacio que hasta da ganas de entrenar (aunque estés en vacaciones).

Pero vayamos a lo más importante: la comida. Ocho restaurantes que son una odisea culinaria. Desde el TORO by Richard Sandoval, donde la cocina latina sube de nivel, hasta Chaya, que combina los sabores locales con la frescura del Mediterráneo. Y si sos del team “quiero tomar algo mirando el cielo”, el St. Regis Bar no solo tiene una coctelería digna de un ritual (imperdible el Kanai Mary, un Bloody Mary con maíz, pepino y ajíes mayas), sino también un mural inspirado en los astrónomos mayas.

Y hay algo que merece un párrafo aparte: el personal. Humano, atento y con un máster en hacerte sentir en casa. Ese tipo de servicio que te hace olvidar que tenés que resolver algo, porque ellos ya lo resolvieron por vos.

El St. Regis Kanai es una experiencia inmersiva que conecta con la naturaleza, la cultura y el lujo de una manera casi mística. Un destino en sí mismo. Si el plan es “desconectar del mundo y reconectar con lo que importa”, ya sabés dónde reservar.

📍 Ubicación: Entre Cancún y Playa del Carmen
🍸 Imperdible: El ritual de champagne sabering al atardecer 

🌿 Dato extra: Está a pasos de la reserva Sian Ka’an, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.