La colección ‘Solstice’ no fue elegida al azar. “Los solsticios marcan cambios, marcan antes y después. Lo que quisimos generar con esta colección es eso, pero respecto a nosotros, a nuestra identidad, a nuestra marca”, manifestó Nathalie Azoubel, directora Creativa de la marca, a InfoNegocios.
Nathalie indicó además que este aniversario de Zingara también coincide con un momento especial puertas adentro: la segunda generación familiar asumió roles más relevantes en la gestión y en la dirección creativa de la marca. “Estamos poniendo nuestro toque y nuestra visión”, agregó.
‘Solstice’ se caracteriza por su potencia visual y su apuesta estética. “Es una colección fuerte, con colores vibrantes: verdes, azules, rojos, negros. Es bastante intensa, con mucho detalle, con dorado, bordados y muchísima artesanía”, expresó Nathalie. La propuesta busca marcar un hito, tanto para Zingara como para sus clientas.

Una marca que nació en casa y que volvió a casa
Zingara comenzó cuando sus padres registraron la marca en 1975 y empezaron a producir colecciones con lycras italianas de alta gama. Vendían en boutiques, tiendas departamentales y luego en mercados vecinos. La especialización técnica y la calidad hicieron que Zingara se convirtiera en productora ‘white label’ para marcas icónicas de los 90 y 2000, como Chocolate, Vitamina, Paula Cahen D’Anvers o Via Vai.
Ya en esa época las hermanas Azoubel se iban integrando a la empresa. Con los años, la marca creció dentro y fuera del país, y tras un período en manos de un fondo de inversión, la familia volvió a tomar el control de Zingara antes de la pandemia. “Para mis padres, la empresa es como una hija más. Era raro que no fuera nuestra. Cuando la recompramos, fue como recuperarla”, relató Nathalie. “No es un rubro fácil. Tiene su magia, su arte. Y quienes no tienen la experiencia pueden perder un poco el alma de la marca”.
Hoy Zingara tiene más de 100 puntos de venta internacionales, con presencia sobre todo en México, pero también en España y, por supuesto, en Uruguay, y mantiene su identidad de diseño y atención al detalle que la distingue desde hace cinco décadas

Uruguay: un mercado fiel y una plaza estratégica
Aunque la marca opera en varias geografías, Uruguay conserva un rol central. Punta del Este, en particular, es una plaza clave. “Estamos súper bien ubicados y tenemos público argentino y brasilero, así como, por supuesto, a las uruguayas, a quienes también les encanta”, explicó Nathalie.
Con tres temporadas de trajes de baño al año a nivel global, Zingara trae a Uruguay lo mejor de cada colección, lo que se refleja en buenos resultados comerciales.

La nueva consumidora uruguaya
Nathalie también observó en los últimos años en el país un cambio cultural interesante. “Las uruguayas siempre fuimos de lo clásico: malla negra, bikini liso, que no llame la atención. Pero estamos empezando a animarnos a más”.
El reciente evento de lanzamiento de Solstice en la tienda de Punta Carretas, ubicada sobre la calle Ellauri, lo confirmó. “Las clientas estaban fascinadas con el colorido. Cuando te ponés un traje de baño verde o rojo te ves vibrante, radiante. Y quizás no esperabas que te quedara tan bien”, comentó Nathalie.
Zingara apuesta a construir un “total look”, algo muy habitual en otros mercados, pero menos frecuente en el Cono Sur. “No es solo el traje de baño: es el pareo, la bolsa, las sandalias y la salida haciendo juego. Que no tengamos que pensar con qué combinarlo. Y cuando lo ves todo en conjunto, queda espectacular”, ilustró.
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En este sentido, las redes sociales y las influencers también cumplen un rol importante. “Es lindo ver cómo se ve en alguien real, cómo lo usa para irse de vacaciones, cómo se siente. Eso ayuda muchísimo”, comentó.
Así, Solstice no solo se transforma en la colección aniversario: es la señal visible de que la nueva generación ya está al timón y de que Zingara —la hija simbólica de la familia Azoubel— entra en su próxima etapa con más color, más identidad y más energía que nunca.