Bajo la dirección creativa de Anthony Vaccarello, la maison francesa continúa su legado de celebrar a mujeres con una presencia magnética y una trayectoria que inspira. Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, Pfeiffer encarna a la perfección el espíritu de Saint Laurent: sofisticación, audacia y una belleza que desafía las reglas del tiempo.
Desde su fundación en 1961 por Yves Saint Laurent, la firma se ha consolidado como un pilar de la moda de lujo, redefiniendo la feminidad con piezas icónicas como el smoking para mujeres, los vestidos de corte preciso y un estilo que exuda poder. En los últimos años, bajo la dirección de Vaccarello, la marca ha reforzado su estética refinada y sensual, con campañas protagonizadas por figuras como Catherine Deneuve, Charlotte Gainsbourg y ahora, Michelle Pfeiffer.
Desde Scarface hasta The Fabulous Baker Boys y Batman Returns, Pfeiffer ha demostrado ser una de las actrices más versátiles de su generación. A sus 66 años, sigue siendo un referente de elegancia y talento, y su elección como rostro de Saint Laurent reafirma la apuesta de la industria por la sofisticación sin edad.
La campaña, capturada en blanco y negro, muestra a una Pfeiffer imponente, con una mirada que lo dice todo y atuendos que reflejan la esencia de la casa: siluetas estructuradas, negro profundo y un aire de misterio.
Con esta alianza, Saint Laurent no solo refuerza su conexión con las grandes estrellas de Hollywood, sino que también demuestra que la elegancia auténtica nunca pasa de moda.