Kevin llega a esta entrevista directo de la reunión de cierre de año en el jardín de su hijo y antes de arrancar la charla me advierte que durmió poco, casi nada. Estamos en diciembre, en el punto exacto del calendario en que la ciudad se llena de olor a jazmín, se satura el tráfico, y las agendas están repletas de encuentros y brindis de cierre de año. Anoche hubo fiesta aquí, en Otero x Rotunda, el café en Carrasco que comparte casa con las oficinas de la marca. Hay movimiento en cada rincón: en el café, en la tienda, en el patio. Entran y salen clientes con bolsas de Rotunda, hay brindis en las mesas de al lado y movimiento en el patio, que se prepara para recibir otro evento esta noche. A pesar del cansancio y del ruido, Kevin se descalza, respira hondo y se concentra para esta charla. Su incansable búsqueda espiritual le ha dado herramientas para su rol empresarial. Con la introspección que nos regala el cierre de año, nos adentramos en lo que fue para Rotunda este 2024 contada en primera persona.
Este año Rotunda cumplió once años, ¿qué retrospectiva hacés de todo el camino recorrido?
¿En qué momento pasaron once años? El tiempo vuela.
Rotunda para mí es aprendizaje constante. Yo emprendí con 22 años. Era muy joven, en mi primer trabajo en la empresa familiar me fue muy bien, emprendí en Rotunda y durante cuatro años fue un éxito tras otro. Dentro de todas las alegrías de emprender, por supuesto hubo momentos altos y bajos, aciertos y errores. Ese crecimiento explosivo me llevó a tomar decisiones difíciles. Tuve desafíos de crecimiento que me fueron difíciles de afrontar y tuve algún que otro golpe contra la pared. Fue mucho más desde lo emocional que desde lo empresarial. Tal vez fue una lección de humildad. Tuve algunos años entreverados para mí desde 2018 a 2022 y me llevó un tiempo reconectarme con mi potencia, con mi magia. Con el tiempo fui aprendiendo a celebrar las victorias y aprender de las caídas.
Hice muchísimo trabajo de desarrollo personal y espiritual y con estas herramientas sumado al nacimiento de Aki y la apertura de Otero, volví a conectar con mi esencia y mi expansión.
Este año estamos cerrando un año muy fuerte con el desembarco en USA y Rotunda al Lago, dos de los proyectos más importantes en la historia de Rotunda.
Fueron once años maravillosos, con infinitas alegrías, risas y festejos, pero también con muchos desafíos, y quería contarlo porque siento que es parte del camino del emprendedor. Lo que más me queda en el corazón es todos los momentos vividos con la tribu hermosa y todo lo que se viene.
Rotunda vende mucho más que ropa. ¿Qué diferencia a Rotunda? ¿Qué dirías que hace a Rotunda lo que es?
Rotunda pone a los seres humanos en el centro de la organización. Hay organizaciones que ponen al cliente en el centro, otras al producto u a los procesos... Para nosotros lo más importante siempre fueron las personas, el equipo de trabajo que nosotros llamamos la tribu de Rotunda. Nos rodeamos de gente talentosa con un sueño colectivo. Tenemos un equipazo. A partir de eso se forma una cultura de amor, de innovación, de pasión que hace propicio a que sucedan cosas. Es una cultura de trabajo diferente.
Siempre nombro cuatro pilares fundamentales: amor, pasión, libertad y responsabilidad. Todas van de la mano. Cuando están esas cosas, estamos unidos y tenemos un sueño en común. Yo creo que la cultura de trabajo de Rotunda es un atributo importante. Empezamos siendo tres personas con esa cultura de trabajo y hoy somos 100. Las empresas son organismos vivos. Nuestro organigrama cada seis meses se actualiza conforme a la evolución constante de la organización y de las personas que la conforman.
En el último año Rotunda desembarcó con su e-commerce en Estados Unidos, contanos más de esa experiencia…
Estoy muy emocionado y feliz con Rotunda USA, estamos cerrando un año espectacular. De los tres millones de Uruguay nos fuimos al mercado más grande del mundo, fue un salto grande. Estados Unidos es un mercado gigante, que representa gran parte de la economía mundial, solo el estado de California ya es una potencia económica en sí misma. Es un mundo con otras reglas. A partir de un testing decidimos desembarcar primero con botas y carteras. El modelo de negocios que implementamos es muy diferente, estamos 100 % en e-commerce por ahora.
El objetivo fue entrar al mercado, crecer y de alguna forma empezar a consolidarnos como marca. Este año conseguimos 50.000 clientes nuevos en Estados Unidos. En los primeros dos meses ya habíamos llegado a todos los estados de USA. Los más fuertes son California (que representa un 17% de la venta) y Nueva York (con un 13 %), que además se elevan mucho por encima del resto y es una buena señal, ya que son las dos capitales de la moda y de la economía…
La estrategia comercial tiene mucho de fashion tech: nos apalancamos en los algoritmos, el KPIs, ratios... Tuvimos que aprender mucho de tecnología. Hoy en Rotunda tenemos a seis personas trabajando desde Uruguay para Estados Unidos.
Para mí fue un life-changer. Un sueño cumplido. Con Rotunda USA nos movimos de un modelo tradicional, a un modelo de corte más de startup. Un mercado nuevo, gigante, el más grande del mundo. Sabíamos que con este paso eventualmente íbamos a tener que buscar fondos de inversión. Entrar al mundo del Venture Capital, que para nosotros era nuevo y se abrió el juego a nivel 360. Ayer nos confirmaron un inversionista muy importante que se asoció con nosotros en Estados Unidos. Un smart investor que no solo trae capital, sino experiencia, conoce mucho la industria… Estamos felices, pero no quiero pintar todo color rosa, fue un año muy desafiante, tuve dos burn out en el camino, pero cerramos un año clave para Rotunda. Llevó mucha entrega, muchas noches de trabajo hasta la madrugada, mucha energía e infinito aprendizaje. Creo que pude cuidar mi energía a partir de un camino nuevo de meditación que estoy trabajando, muy profundo. Este año fui a un retiro de meditación en el que llegué física y mentalmente agotado y volví como nuevo, reseteado. Es como la frase de Marcel Proust: “Nada ha cambiado, solo yo he cambiado, por lo tanto, todo ha cambiado”. Es una forma de transmitir el lado a y b del año. Fue una montaña rusa. Estoy brindando por cómo terminamos el año, los resultados son impresionantes.
¿Cómo surgió Rotunda al Lago? ¿Estaba en sus planes un proyecto inmobiliario?
Tengo muchos sueños como emprendedor y tengo el recuerdo de en enero de este año estar conversando con Sofi y con Omar, amigo y arquitecto de Rotunda, y nos preguntamos: ¿cómo sería un edificio de Rotunda? Fue una pregunta al aire y abierta, no estaba para nada en nuestros planes. Unos meses después me llamaron de El País porque Federico Gagliardo, el CEO & Founder de Vitrium Capital, me quería hacer una entrevista para su podcast. No nos conocíamos personalmente, tuvimos una charla sobre emprendedurismo muy enriquecedora y quedamos en contacto. Unos meses después me llamó para contarme su idea: habían concretado la compra de un terreno y querían un proyecto entre Rotunda/Vitrium.
Esta historia tiene un lado místico que nunca conté… Yo estoy en un proceso espiritual muy potente y la noche anterior a esa llamada me adentré en una meditación guiada con Joe Dispenza y medité un nuevo potencial para Rotunda Uruguay. Quería un proyecto abundante, próspero, algo innovador vinculado al disfrute. La realidad es que no imaginé un edificio, pero cuando a la mañana siguiente me llamó Fede, se me hizo más claro aún que era el camino. A los dos días estábamos reunidos en Otero con Federico Gagliardo y con Martin Marzinelli (gerente de proyectos de Vitrium), nos contaron más y nos encantó. Ellos son los desarrolladores –se encargan de la construcción del edificio, los inversionistas, la venta, etc-, Rotunda entra como marca para co-diseñar junto con el estudio de arquitectura todo el universo del edificio Rotunda al Lago, una alianza de las dos empresas. Todo nuestro lifestyle combinado con su know how y todos los valores y atributos que tenemos en común.
Desde que nos dimos la mano del acuerdo hasta el lanzamiento fueron cuatro meses muy intensos. El proyecto se empieza a construir en 2025 y esperamos estar entregando unidades en 2027, ya se han concretado muchas ventas. Sofi se puso el equipo al hombro, y junto a la gente de Vitrum y el estudio LGD de arquitectos diseñaron todo el edificio: fachada, interiores, el café, zona de meditación, piscina, gimnasio. Es un proyecto magnífico y a Sofi no se le escapó ningún detalle con su ojo estético excepcional. La idea de Rotunda es crear un universo de lo que yo llamo “nuevo lujo”: vivir en un entorno natural, poder hacer deporte en el lago o disfrutar del café de Rotunda para hacer home office. Un lifestyle más calmo, donde poder disfrutar la vida en equilibrio.
Este año Akiva cumplió dos años, ¿cómo te sentís con la paternidad?
Qué linda pregunta, nunca abordé este tema en ninguna entrevista.
Hoy me siento muy cómodo y feliz con mi paternidad, muy en paz conmigo mismo de la relación que tengo con Aki.
El primer año fue más desafiante y complejo de lo que creía. Fue un bebé muy buscado, muy deseado y tenerlo fue la bendición más grande de mi vida. Aki nació con 35 semanas, estuvimos una semana en el hospital y fue muy desafiante.
Me costó acomodarme a la paternidad. La misma semana que nació Aki abrimos Otero x Rotunda. Yo tenía una rutina laboral muy fuerte y con la llegada de Aki empezaron a pasar muchas cosas desde el trabajo, la pareja, la paternidad. La jornada laboral se acortó. La vida diaria fue desafiante. Si bien Sofi y yo habíamos sido padres, no podíamos estar los dos ausentes, la empresa requería de mi presencia.
Trabajé este tema en terapia: si yo amo a mi hijo profundamente y soy una persona sensible, ¿por qué me está costando tanto? Tenía que ver con encontrarme en este nuevo rol. Con infinito amor, tuvimos muchos debates de pareja. Pasamos varios procesos hasta que nos fuimos acomodando. Hoy, con dos años de Aki, estoy gozado. Mi agenda laboral de reuniones termina a las 17:30 como máximo para poder llegar a casa a estar en familia. El amor se multiplica cada vez más.
Hace poco tuve que viajar por dos semanas y una psicóloga infantil que conocemos nos recomendó que hagamos un calendario y vayamos tachando los días que faltaban para volver. Una mañana Sofi le dijo que yo volvía el martes y él jugaba diciendo “Papá - martes”, en voz alta. Me mandaron esos videos y no lo podía creer. En el vuelo de vuelta perdí una conexión y me quedé varado en San Pablo. Me recorrí todo el aeropuerto a la madrugada durante seis horas hasta encontrar un vuelo que llegue a Montevideo el martes. No iba a parar hasta lograrlo y pude llegar el martes como habíamos quedado. Cuando nos vimos, fue el abrazo más emocionante de mi vida. El amor se multiplica, pero cuando se habla de paternidad se atraviesan desafíos.
Aki es lo más lindo y maravilloso que me pasó. Vivir la vida junto a Sofi, una mujer maravillosa en todo sentido, y Aki es una bendición enorme que agradezco todos los días.
Ping pong con Kevin Jakter:
- Un músico: Ludovico Einaudi
- Una serie: Vikings, con esa serie me di cuenta que me fascina la historia.
- Un miedo: Creo que tengo miedo a la muerte, más desde que fui padre.
- Tu lugar en el mundo: Dónde está mi hogar.
- Un sueño por cumplir: Es un sueño personal y colectivo. Sueño con erradicar la pobreza en el mundo. Ese sueño tiene cuatro pilares: alimentación, trabajo, educación emocional y académica y vivienda para todos. Siento que, desde mi lugar, ya empecé a trabajar por este sueño y haré todo lo posible para seguir expandiéndolo hasta lo que Dios me permita llegar.